En el pasar del tiempo en el que trascurre el hombre, caminando incesantemente por los senderos de la vida, su espíritu busca con inquietud aquel encuentro con Dios que anhelara antaño. Hoy vemos que muchos muy parecidos a este hombre han buscado refugio en diferentes religiones y lugares donde el amor de Dios es manifestado, llenando las almas de los que quieran encontrarse un día con Él para sentir ese gozo eterno que tanto se anhela en este tiempo de dolor. Mirad, ved como el hombre trasgrede cada tipo de cosas, no hay el menor respeto por la vida, por el amor de familia, por los seres de esta tierra. Es triste ver como los hombres se destruyen a pesar del llamado insistente de los ángeles y maestros.
¡Hombres, aclaremos nuestra conciencia, miremos cómo esta tierra se lamenta el habernos tenido sobre ella, pues sólo hemos hecho destrucción de todas las cosas creadas con tanto amor para nosotros!
Volvamos nuestros ojos a los cielos donde podamos escudriñar el tiempo, anhelando la venida de aquel príncipe guerrero que vendrá a rescatar a todo aquel que con sincero arrepentimiento quiera volver al redil y se esfuerce con mucho empeño para encontrarse de frente con el Amado.
Guerreros de luz, empuñad vuestras espadas y salid al encuentro del malvado, blandid vuestras espadas, amenazad al enemigo, vivid en rectitud y justicia hasta que nuestro Amado Señor venga a juzgarnos. Limpiemos nuestros corazones, nuestros sentimientos y atraigamos a nosotros todas aquellas cosas que con tanto amor se nos han dado. Emprendamos a paso firme la subida a lo alto donde nos espera la felicidad eterna en el encuentro con nuestro amado Señor, quien con gozo nos recibirá si logramos llegar a esa meta. Recordad, los tiempos son feroces, la maldad esta desatada, todo aquello en lo cual creíamos todo está contaminado. Oremos a nuestro Dios con todo nuestro corazón para que nuestras plegarias se escuchen como suaves melodías en los oídos de nuestro Dios. Alabadle diariamente y esperad con devoción aquel momento sagrado en que os recoja vuestro Amado Señor.
Paz reverencial.
A. y A.
8 febrero 2010
Núnca estan de mas las recomendaciones benditas para lograr la Victoria, luchando y amenazando al enemigo que azolapado en la trinchera mental espera el momento de su ataque.
Gracias por el aliento y sustento espiritual de siempre.
Estimado Jorge: Muchas gracias por su comentario y permanentes visitas. Si luchamos con fe y justicia lograremos la victoria y la unión con nuestro amado Señor. Jesucristo.
Hoy hemos experimentado el dolor de la tierra con el fuerte terremoto que nos afectó. Gracias a Dios estamos todos protegidos por nuestro Padre. Espero muchas personas puedan darse cuenta del error que cometen al no reconocer a nuestro salvador Jesús antes que sea demasiado tarde. Ojalá no sean necesarios nuevos terremotos o catastrofes para volcar nuestro corazón a Dios. Lo único que nos puede salvar y nos da la paz es la oración en comunión con Dios. Insto a todos los que tengan la oportunidad de leer esta página a rogar perdón a Dios para que tengamos la protección necesaria en los momentos de aflicción.
Estimada Catalina: Agradecemos sus constantes comentarios a nuestros artículos y la invitamos a continuar visitándonos. Oremos por las personas que están sufriendo los efectos de la respuesta de la madre naturaleza debido a las erradas acciones del hombre y pidamos por todos aquellos que aún no han encontrado el verdadero camino que nos dejó nuestro amado Señor Jesús, para que recapaciten y lo acepten como el verdadero Salvador de la humanidad.
Todos hemos vivido lo ocurrido en la madrugada del sabado, y aún así veo con mucha pena que existen personas que no son capaces de detenerse a meditar sobre el cambio que se nos está pidiendo. Los miro y escucho y lamentablemente para estas personas fue un acontecimiento más que no los ha perturbado y donde sus vidas continuaran como si nada hubiese ocurrido.
Una vez más doy gracias a Dios por la misericordia, la protección y el inmenso Amor que me entrega cada día de mi vida.
Que maravilloso es amar a nuestro Padre, que maravilloso sentirse amada y protegida por su hijo Jesus.
Muchas gracias por este bello mensaje.
Estimada Carmen: Estamos muy agradecidos por sus constantes y profundos comentarios. Tal como Ud.dice debemos agradecer a nuestro Padre Celestial y a su Hijo Jesús por la misericordia, protección y el amor que nos entregan cada día, debemos perseverar en el camino de Dios y así con nuestro ejemplo tal vez podamos influir en aquellas personas que en estos momentos aún se encuentran desviadas del verdadero camino y que por misericordia Dios todavía les da tiempo y posibilidad de enmendarse.