Sed pues vosotros perfectos ( Mateo 5:48 )

29 de abril de 2008

La vida laboral exige con urgencia de cada uno de nosotros un perfeccionismo cada vez mayor. Sin embargo, no nos hace siquiera la más mínima exigencia espiritual, quedando esta actividad circunscrita a la religión, cada vez más relegada. La vida competitiva nos obliga a emplear gran cantidad de tiempo en superarnos en la actividad de nuestra competencia, acicateados también por el deseo personal de que en esa actividad logremos incentivar la avaricia, la crueldad y la ambición desmedida, etc. Como fuere, hay detalladas normas educativas acerca de cómo podemos avanzar de un estado de ignorancia a otro de conocimiento, de un estado de torpeza a otro de habilidad. Lee el resto de esta entrada »